¿Qué podría ser peor para un padre que la impotencia, cuando al otro lado de una llamada de móvil se encuentra su hija, quien está siendo secuestrada?
Esta es la pesadilla que se hace realidad para Bryan (Liam Neeson), un espía retirado, que sólo tiene unas horas para recuperar a su hija secuestrada, sin motivo aparente, por una peligrosa banda, especializada en la venta de jóvenes adolescentes.