Tenemos a dos hombres con muy pocas cosas en común: Willy Beachum (Ryan Gosling), un joven y ambicioso fiscal cuya carrera está empezando a despegar; y Ted Crawford (Anthony Hopkins), un ingeniero de mediana edad que acaba de disparar a su mujer (Embeth Davidtz) a sangre fría. Sin embargo, ambos hombres se encuentran cara a cara en un camino directo al desastre. Crawford resulta ser tan complejo e impredecible como el crimen que ha cometido y, mientras el caso perfecto de Willy comienza a desmoronarse, el futuro del joven fiscal parece destruirse con él.