La película transcurre en el pueblo de Colorado, donde vivió el enterrador local llamado Ernie Bishop (Ben Cotton), un psicópata incrustado en la memoria del pueblo. 16 años atrás comenzó su leyenda cuando Bishop se dedicó a capturar jóvenes del pueblo y llevarlos al sótano de su morgue, donde los guardaba en los armarios para los cadáveres. Cortaba, marcaba y los torturaba y luego les mostraba las heridas con un pequeño espejo. Joan Burrows (Angela Bettis) se convirtió en la heroína local porque llegó a matar a Bishop en su huida, pero perdió a su mejor amiga. Joan se marchó del pueblo, y 16 años después regresa por primera vez a ver a su sobrina Olympia ser coronada reina de las fiestas del pueblo. Pero a su llegada empiezan a sucederse asesinatos entre los jóvenes del pueblo, especialmente del entorno de Olympia…